Fue indicado por los habitantes de Aguililla, Michoacán, que el número de víctimas tras el ataque del CJNG sigue en aumento.
El estado de Michoacán es uno de los más peligrosos en México, y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha tenido que ver con la violencia, incluso en el poblado de Aguililla, lugar de origen de su líder Nemesio Oseguera, alias “El Mencho”.
La Nueva Familia Michoacana y Cárteles Unidos, además del CJNG, arribó a Aguililla, La Huerta, El Limoncito y El Aguaje para sembrar terror entre los habitantes de las comunidades víctimas de extorsiones, asesinatos y balaceras.
Es por eso que el CJNG emboscó a sicarios de LNFM optando por ejecutar a todos y cada uno de sus miembros. En el lugar de los hechos se encontró una narcomanta que decía que los ejecutados ahora son “ratas que no robarán ni secuestrarán más” y que esperan el resto de ellos caiga en sus manos con “la ayuda de Dios”.
Tras ataque del CJNG en Michoacán siguen apareciendo muertos
Al ser encontrados tres cuerpos más en la localidad o rancho La Huerta, fue referido en nuevos reportes de habitantes de Aguililla y la región Tierra Caliente que el número de víctimas de la masacre pasó de 18 a 21. Fue señalado por los lugareños que entre dos y cinco de los fallecidos eran exiliares centroamericanos y sudamericanos.
El pasado domingo por la mañana, soldados se trasladaron a las inmediaciones de La Huerta tras el reporte de intensas balaceras, fue entonces que encontraron un campamento, en donde se localizaban 12 cadáveres de hombres que fueron ejecutados.
Al fondo de una barranca adyacente al campamento, se localizaron otros seis cuerpos que fueron rociados con gasolina y prendidos posteriormente.
Asimismo, los últimos reportes por parte de los pobladores, indican que en La Huerta fueron encontrados durante las últimas horas tres cadáveres más. Se pudo saber que tras ingresar en la comunidad El Limoncito, se movieron hacia La Huerta para descansar, siendo emboscados mientras dormían.
Acorde a lo señalado por las mismas fuentes, se indicó que dicho rancho pertenece a presuntos empresarios fruteros, sirviendo ese terreno como campamento. De igual forma, indican que entre 2 y 5 de los fallecidos eran exiliares procedentes de Guatemala y Colombia contratados para entrenar a sus sicarios.
Sin embargo, pese a los hechos suscitados, el gobierno del estado de Michoacán, encabezado por Silvano Aureoles Conejo, ha omitido informar cualquier cosa sobre la masacre.
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