La economía de México es altamente dependiente de la economía de Estados Unidos. Normalmente México se pelea con Canadá por ser su principal socio comercial; algunos meses queda en primer lugar y otros en el segundo puesto.
En una perspectiva histórica, México ha profundizado su relación comercial y su integración al mercado de América del Norte a partir de la firma del TLC que arrancó en enero de 1994. A partir de entonces la mayor parte del tiempo el ciclo económico de México ha sido paralelo al de los EU. Sin embargo, han ocurrido algunos periodos de desacoplamiento, como en la mitad de los noventas en donde la crisis financiera de México provocó que nuestra economía tuviera un tropezón desaprovechando uno de los ciclos de bonanza más largos y profundos de la historia norteamericana. En toda la serie resulta inexplicable por qué nosotros crecemos menos que Estados Unidos y Canadá. Nuestra economía es mucho más pequeña que la de Estados Unidos, y siendo parte del mismo bloque económico deberíamos crecer normalmente a tasas mucho más altas que las de Estados Unidos.
En las cifras conocidas y estimadas al cuarto trimestre de 2022, estamos viendo otra fase de desacoplamiento; es notorio el frenón que está presentando la economía mexicana, mientras que la economía de Estados Unidos está presentando cierta desaceleración.
El Departamento de Comercio estimó preliminarmente que el PIB de los estadounidenses creció en el cuarto trimestre en 0.72 por ciento trimestral, lo que da un crecimiento de 2.89 por ciento anualizado. Con esta variación, el PIB de todo 2022 pudo haber crecido en 2.08 por ciento anual. Muy por debajo del 5.95 por ciento de 2021, año de recuperación de la pandemia.
En comparación a los datos de EU, para la economía mexicana conocemos las variaciones mensuales del IGAE de octubre (0.0 por ciento) y de noviembre (-0.5 por ciento). Tanto el INEGI (Con el IOEA) como Bursamétrica (con el IBAM) estimamos una caída para el mes de diciembre de -0.4 por ciento mensual. Con esto es probable que el PIB del cuarto trimestre presente una contracción del -0.3 por ciento trimestral. (INEGI publicará mañana 31 de enero su primera estimación oportuna). De confirmarse estos datos, se tendrá la evidencia del desacoplamiento de nuestra economía respecto a la norteamericana en el último trimestre, porque en todo el año esta vez sí crecimos más que EU. Es probable que hayamos crecido 2.90 por ciento en todo 2022.
¿Qué está pasando ahora en México que caemos mientras que la economía de Estados Unidos sigue creciendo? A pesar de un flujo de remesas familiares récord histórico, desde octubre y noviembre se está notando una fuerte desaceleración del comercio. Las cifras más recientes de la ANTAD en ventas a tiendas comparables presentaron caídas en términos reales del 1.6 por ciento real anual, y se estima que en diciembre la contracción fue mayor. Parece que los consumidores ya agotaron sus tarjetas de crédito, y que el efecto de las remesas familiares se está agotando.
Del lado de la manufactura exportadora, Estados Unidos lleva dos meses con su indicador ISM por debajo de 50 puntos y el ISM de servicios de diciembre también bajó de 50 puntos, lo que implica contracción en ambos sectores. La industria norteamericana que comprende manufactura, construcción y minería llevan dos meses de caída.
La balanza comercial de diciembre de México está mostrando una caída en las exportaciones de -1.4 por ciento mensual, producto de una caída de -2.2 por ciento mensual en las exportaciones no petroleras (+3.5 por ciento anual).
Los indicadores del IMEF tanto del sector manufacturero (51.8) como del no manufacturero (53.5) todavía se ubicaron en diciembre por arriba de los 50 puntos. La tasa de desempleo de diciembre se ubicó en 2.76 por ciento la más baja desde el 2005. Es decir, empezamos a ver algunos indicios de mayor deterioro en la actividad económica, pero aún no son generalizados.
La percepción de que hoy las cosas no pintan tan mal, pero que en el futuro pueden deteriorarse se reflejó en el Índice de Confianza Económica del Instituto Mexicano de Contadores Públicos/Bursamétrica del mes de diciembre donde la percepción sobre la situación a futuro, declinó 0.75 por ciento para situarse en 79.32 puntos con 0.60 unidades menos en comparación con el mes anterior.
La reducción del gasto de inversión en la economía mexicana está por cobrar su factura. Si no contamos con mayor gasto de inversión, lo que puede suceder es que tengamos una recesión de mayor profundidad que la que ocurra en EU. Para esto tiene que darse mayor certidumbre, Estado de derecho y seguridad, una política económica y fiscal amigable a los negocios, energías limpias, financiamiento competitivo y mejor educación.
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