Lluvia saca a relucir problemas de infraestructura que afectan gravemente la obra del Tren Maya

Las fuertes lluvias y una compactación deficiente del terreno han provocado derrumbes y daños significativos en la infraestructura del Tren Maya, un proyecto emblemático del gobierno mexicano con un costo de 511 mil millones de pesos.

En Quintana Roo, las inundaciones han dejado al descubierto numerosos problemas, como pilotes del tren “lavados” por las corrientes de agua. En Campeche, un derrumbe obligó el cierre de una terminal durante dos días, revelando un terraplén mal compactado y materiales de dudosa calidad. Incluso la estación de Campeche, con un costo de 195 millones de pesos, no pudo resistir la primera semana de lluvias, colapsando sus sistemas de desagüe.

Estos desperfectos ponen en duda la calidad de la construcción del Tren Maya, cuya premura por terminar el proyecto parece haber sacrificado la adecuada preparación del terreno y los materiales utilizados. Las imágenes viralizadas en redes sociales muestran claramente la erosión y los daños sufridos en diferentes tramos de la obra, evidenciando la falta de una planificación y ejecución sólida.

Expertos consultados señalan que estos problemas de infraestructura y mantenimiento deben ser atendidos con urgencia para garantizar la durabilidad y seguridad del Tren Maya, uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos del actual gobierno federal. La revisión exhaustiva y las medidas correctivas serán cruciales para evitar mayores contratiempos y asegurar el éxito a largo plazo de esta importante iniciativa.

El Tren Maya, concebido como un detonador del desarrollo turístico y económico en el sureste de México, enfrenta ahora un desafío significativo para consolidar su infraestructura y demostrar su viabilidad a futuro. Las autoridades deberán actuar con prontitud y transparencia para recuperar la confianza en este proyecto emblemático.