23 noviembre, 2024

Afición respalda a Chivas pese a mala exhibición con Cruz Azul

Los Chivahermanos no abandonan el barco del Club Deportivo Guadalajara ni aunque se hunda.

Como buenos almirantes de Fernando Gago, pero más aún, del timonél que dirige en realidad el equipo, Javier el Chicharito Hernández, los aficionados del Rebaño Sagrado parecen estar más firmes que nunca en días que avecinan aguas turbulentas.

Y es que tras el doloroso 3-0 que les propinó el Cruz Azul después de una cálida recibida en la capital del país, la afición se plantó afuera de Verde Valle para alentarlos en su próximo y esperanzador compromiso: octavos de final de la Concacaf ante el América.

Como buen líder y sensación del momento, Javier Hernández le pidió a su chofer detener la camioneta para poder convivir con su gente. “¿Qué hacen aquí, muchachos, el sol está muy fuerte?”, preguntó, mientras la afición emocionada buscaba una foto y una firma de su ídolo.

La conclusión a la que ha llegado la gente es que unidos y con fe, es más fácil aguantar los malos tragos. Y aunque será probable que los tengan, ya que de sus próximos cuatro juegos, tres serán ante las Águilas, los chivahermanos no quitarán un pie del barco rojiblanco.

Es tan claro su amor ciego, que a pesar de los resultados adversos, la emoción y la esperanza porque las cosas sean distintas se reflejaron en un pequeño aficionado que no aguantó las lágrimas por tener cara a cara al máximo goleador de la Selección Mexicana.

¿Por qué lloras amiguito? ¿Cómo te llamas?” preguntó Hernández, a lo que el niño respondió “Ángel”. Chícharo le comentó, “dale la vuelta a la cámara para tomarnos una selfie, ahora pícale al botón, listo, ¿ves como somos iguales?, solamente que tienes que esforzarte en todo como yo”, relató el Diaro Esto.

Mientras que jugadores como Isaac Brizuela, Ronaldo Cisneros, y el Fernando González, se detuvieron para dialogar con los aficionados. Incluso, la gente se emocionó al ver a Érick Gutiérrez, al que también le pidieron fotos y autógrafos, antes de un deseo especial: marcarle un gol al América.

Échale Guti, métele unos golazos al América”. El Guti solamente sonrió y asentó ante la petición de los chivahermanos para después acelerar en su camioneta.