23 noviembre, 2024

Festividades decembrinas terminaron con saldo rojo en Quintana Roo

Estos reportes se dieron en los fraccionamientos y colonias populares de Cancún, Playa del Carmen y Chetumal.

Con aproximadamente 478 llamados de auxilio por peleas familiares que escalaron hasta los golpes y dos homicidios, fue el saldo de las festividades decembrinas que acaban de concluir en el estado de Quintana Roo.

La mayoría de estos hechos, de acuerdo a la información de las corporaciones policíacas municipales y estatal, ocurrieron en los fraccionamientos y colonias populares de Cancún, Playa del Carmen y Chetumal.

El consumo de alcohol provocó que los problemas familiares dieran paso a acaloradas discusiones que llegaron hasta los golpes. 69 personas resultaron con heridas leves a graves, desde golpes, costillas rotas hasta heridas con arma blanca.

En seis de cada 10 casos los protagonistas fueron los miembros de la propia familia, siendo los hombres los principales agresores.

En el resto la violencia se destapó por peleas entre vecinos, principalmente por quejas como la quema de bombitas o fuegos pirotécnicos o el ruido excesivo generado por alguna de las partes.

Los hechos más graves ocurrieron en la colonia Cuna Maya, de Cancún, donde en las fiestas de Año Nuevo se registró una pelea entre amigos que se encontraban conviviendo en una vivienda de la avenida 20 de noviembre.

De repente surgió una pelea que acabó cuando uno de los amigos golpeó a otro en la cabeza con una piedra, acabando con su vida.

Mientras que en Playa del Carmen en la avenida Colosio un sujeto acabó con la vida de su propio hermano también durante la cena de Navidad.

Lo reportado por los agentes municipales reveló que uno de ellos reclamó la pertenencia de una de las propiedades de los padres de ambos, llegando a golpear a su propia sangre, por lo que el otro tomó un cuchillo para defenderse terminando con la vida de su hermano.

Los reportes históricos revelan que, aunque la época navideña debería de ser una temporada de paz y amor, en realidad sucede todo lo contrario: las rencillas familiares afloran y los registros de violencia familiar se disparan en un 70%.