22 noviembre, 2024

México y Argentina frenan crecimiento de la energía eólica en Latinoamérica

La política energética de México y la inestabilidad económica de Argentina han desacelerado a la energía eólica en la región

Las política energética de México y la inestabilidad económica de Argentina frenaron el crecimiento de la energía eólica en Latinoamérica, reveló el Reporte Global del Viento 2023, elaborado por el Consejo Global de Energía Eólica (GWEC, por sus siglas en inglés).

La nueva capacidad instalada de energía eólica de México se desplomó 66% anual hasta 158 MegaWatts (MW) durante 2022, mientras que en el caso de Argentina la caída fue de 3.600% anual a solo 18MW, según el documento.

Latinoamérica registró una instalación de nueva capacidad para generar energía eólica de 5.200 MW en 2022, un hundimiento de 10,3% anual, compensada parcialmente por las adiciones del líder regional, Brasil.

el presidente de la asociación de comercio internacional que sirve a la industria eólica, Ramón Fiestas, comentó que se ha instalado menos energía eólica en la región de Latinoamérica durante el año pasado porque México y Argentina han fracasado en el crecimiento de esta tecnología.

“Estos dos mercados han fracasado en términos de ver cifras de capacidad instalada”, declaró.

Mientras en Argentina la paralización de nuevos proyectos responde a una falta de voluntad política con señales erráticas de las autoridades en medio de un ambiente deteriorado por su entorno macroeconómico, en México la política energética es contraria a la implementación de nuevos parques eólicos, según el presidente de GWEC.

La asociación estima que la energía eólica crecerá en el orden de 5.000MW anuales de 2023 a 2027, impulsada por Brasil, Chile y la terminación de nuevos proyectos en Colombia.

Desde el inicio de su sexenio, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, criticó la tecnología eólica por sus costos y los riesgos para el sistema eléctrico por su intermitencia cuando falta el viento. Incluso la criticó por contaminación ambiental y visual.

Pero AMLO, como se conoce al mandatario, ha modificado su postura y su Gobierno licitará cuatro proyectos con capacidad de energía eólica en el sur del país durante abril de este año.

Fiestas considera como positivas las más recientes señales de México, que aparece en color rojo dentro del semáforo mundial de calor político de GWEC, hacia la tecnología eólica y la inversión privada, pero aún le falta sustancia a su política para brincar a un color con menor nivel de alarma como el amarillo.

Al preguntarle por la postura de las empresas privadas en México, envuelta en un tsunami de amparos por el pago de nuevas tarifas de transmisión de energía renovable y proyectos detenidos de generación, el representante de la asociación eólica dijo que se puede abrir un proceso de discusión y negociación, pero sin cerrar el mercado a la inversión privada.

“Ceder y no compensar no es una negociación”, comentó.

La construcción de nuevas redes de transmisión, cuyo monopolio está en manos de la empresa estatal CFE, es el principal asunto pendiente de México para la instalación de nuevas centrales de generación eléctrica.

GWEC está conformada por más de 1.500 compañías, organizaciones e instituciones como Siemens Gamesa, Shell, Iberdrola y Enel entre otras en 80 países que representan el 99% de la capacidad instalada de energía eólica del mundo.