México realiza la investigación arqueológica más amplia conocida en el área maya de este país y Mesoamérica con 950 especialistas, informó hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En su sitio web el INAH refiere que esto está muy relacionado con los trabajos arqueológicos que se realizan de manera paralela al proyecto del Tren Maya, en el sureste mexicano.
Agregó que se cuenta ya con información que nutrirá el conocimiento del mundo maya mesoamericano por lo menos en las próximas dos décadas, y confirma también la revelación que hizo ayer el director general del instituto, Diego Prieto, el descubrimiento de una escultura de piedra caliza en la zona arqueológica Oxkintok, en Yucatán, de tamaño natural.
INAH estima que los trabajos en los siete tramos que compondrán la ruta del Tren Maya impactarán sin duda el estudio de las culturas mayas del pasado y del presente a lo largo de muchos años.
Detalla que la escultura hallada el 23 de noviembre pasado corresponde a un personaje que se está recuperando, labrado en piedra caliza, medirá un metro con 68 centímetros, y es una figura humana decapitada que representa a un guerrero hecho prisionero en un combate”.
Entre quienes trabajan en la zona hay más de 450 arqueólogos y otros especialistas en antropología física, biología, historia, topógrafos, droneros, restauradores de bienes culturales, y de otras especialidades.
Hay un trabajo particularmente importante en el tramo siete del Tren Maya, que abarca 254 kilómetros de Chetumal, Quintana Roo, a Escárcega, Campeche, conocida como selva Maya, y se trata de uno de los sistemas ecológicos de mayor importancia en el mundo, además de ser el bosque tropical más inmenso de México y el segundo de Latinoamérica.
INAH estima que en esa zona había ocupación humana desde cuatro siglos antes de nuestra era y actualmente es la superficie de una reserva de la biósfera. Fue un paisaje intervenido por los antiguos mayas, señala la institución.
En sus más de 700 mil hectáreas que se alzan 300 sitios arqueológicos que hablan de un mecanismo de subsistencia basado en la milpa maya y en el almacenamiento del agua de lluvia.
También se encuentra allí la zona arqueológica de Calakmul, la cual –de acuerdo con la información disponible- estuvo rodeada de numerosos asentamientos de diferentes tamaños y extensiones.
Hasta ahora se han podido revisar mil 730 construcciones prehispánicas en este tramo detectadas gracias a los trabajos arqueológicos que acompañan al proyecto ferrocarrilero.
Están documentados complejos sistemas habitacionales con camellones y muros residenciales que reflejan una compleja organización urbana. Estos trabajos ayudarán a comprender la manera de pensar y actuar de los antiguos mayas.
En los cinco estados por los que transitará el ferrocarril verificarán 26 sitios arqueológicos, De éstas, una en Chiapas, otra más en Tabasco, 10 en Yucatán, también 10 en Quintana Roo y cuatro en Campeche.
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